El obradorismo está más fuerte que nunca en Nuevo León, aunque los conservadores se llenen la boca y los medios tradiciones se acaben la tinta diciendo lo contrario.
En el pasado proceso electoral nuestro movimiento obtuvo 59,000 sufragios más que en 2018 para el congreso local y 37,000 votos más para el congreso federal. Los resultados están ahí, crecimos aunque a varios les cueste reconocerlo. De forma inédita se abrió la participación de militantes de base para los puestos de elección popular, lo que desprendió que una servidora y muchos militantes más ocuparamos espacios en el Congreso del Estado y en regidurías de todos los municipios del Estado, por ejemplo, en el caso de Monterrey, por primera vez hay fracción de morena en el cabildo.
Estos resultados y este incremento en el electorado que nos dio su confianza fue con el viento en contra, en medio de una campaña sucia y de desinformación que emprendió el PRIAN en contubernio con MC, pero aprendimos, apostamos a reconfigurarnos y reorganizarnos y días después de la elección salimos a las calles a informar a la gente y a ponernos a sus órdenes, por que más temprano que tarde, Nuevo León se morenizará.